El control de las hormigas es complejo debido a la gran cantidad de tipos de hormigas y las diferencias biológicas, de comportamiento y de alimentación de cada una. Hay más de 12.400 especies de hormigas en todo el mundo y alrededor de 1.000 especies conocidas en los Estados Unidos. Aunque solo unas 25 de ellas se consideran plagas, y aún menos suelen habitar en una zona geográfica, incluso una sola hormiga en una instalación de procesamiento de alimentos puede indicar un problema mayor y afectar negativamente a la seguridad alimentaria. Por lo tanto, identificar el tipo de hormiga es fundamental para su control y eliminación.

Comprender el comportamiento de las hormigas

La eliminación efectiva depende de entender la alimentación y el comportamiento social de las hormigas invasoras. Como ejemplos: si el cebo se coloca en un área donde no viajan, o consiste en un ingrediente alimentario que no le atrae, el cebo hará poco más que acumular polvo.  Si busca un hormiguero al aire libre pero la colonia es una hormiga que anida en el interior, el tiempo será en vano. Si solo se encuentra y trata una sola colonia de hormigas con varios hormigueros, es poco probable que la infestación se elimine.

Incluso dentro de una especie de hormiga, pueden surgir complejidades. Por ejemplo, la hormiga del pavimento a menudo anida debajo de las aceras y los caminos de entrada en climas templados, y luego se traslada al interior durante el invierno, anidando debajo de los cimientos o cerca de una fuente de calor. También pueden tener variaciones estacionales en sus preferencias alimentarias, ya que muchos buscan proteínas en la primavera mientras trabajan para construir la colonia, y luego prefieren más azúcar/carbohidratos en el verano y el otoño.

Control comercial efectivo de hormigas

Los cebos son la forma más efectiva de tratamiento para la mayoría de las hormigas, especialmente aquellas que invaden estructuras.* Esto se debe a que las hormigas obreras se alimentan del cebo, que contiene un atrayente y un insecticida, y lo llevan de regreso al nido para compartirlo con otros miembros de la colonia, incluida la reina reproductora. Una vez que se elimina a la reina, la colonia deja de producir nuevas hormigas y, finalmente, perecerá. Si las tácticas de control solo se dirigen a las hormigas obreras y nunca llegan a la reina, la colonia seguirá produciendo nuevas hormigas y los problemas persistirán.

Para las especies de hormigas o situaciones en las que el cebo no es eficaz o apropiado, pueden ser necesarios otros métodos, como la eliminación física del nido (si es posible) o un tratamiento específico de un insecticida residual cuidadosamente seleccionado por un profesional cualificado.

Más allá de los cebos: qué puede hacer para mantener alejadas a las hormigas

Para que un cebo sea más efectivo, el acceso a fuentes alternativas de alimento y agua debe reducirse tanto como sea posible. Esto significa mantener un entorno sanitario, limpiar derrames y migas, mantener la basura vacía, reparar las fugas y eliminar las zonas de refugio de equipos. También es importante entender que el cebo no tiene efecto de inmediato, pero es una solución a largo plazo. Si bien puede llevarle una o dos semanas dejar de ver hormigas, alimentar con cebo a la colonia y a la reina permite una eliminación completa de las hormigas que no ve, en lugar de solo las obreras que ve.

*Aunque el cebo es generalmente la mejor opción para controlar las hormigas, los aplicadores siempre deben asegurarse de que la aplicación específica esté enumerada en la etiqueta y permitida por los estándares de auditoría de terceros de la planta de alimentos, y que el cebo esté en la lista de productos aprobados antes de realizar cualquier aplicación.