La Legionella está naturalmente presente en la superficie del agua y puede infiltrarse en los suministros de agua municipales al sobrevivir al proceso de tratamiento del agua. Puede infiltrarse en los suministros de agua municipales por fallos en las tuberías principales de agua o durante proyectos de construcción, lo que compromete la seguridad del sistema de agua. Cuando la Legionella entra en sus instalaciones, es capaz de contaminar sus sistemas de agua de refrigeración y potable e incluso llegar a los grifos, duchas, bañeras y jacuzzis. El uso de estos sistemas puede crear gotas o brumas de agua contaminadas que permiten la inhalación de bacterias en los pulmones de personas potencialmente susceptibles que pueden enfermar de legionelosis.