Tanto si sus instalaciones de alimentos se encuentran en el gélido norte como en el caluroso sur, los meses de invierno significan un clima fresco, que puede afectar significativamente al comportamiento de las plagas. Puede tomar medidas para hacer que sus instalaciones sean resistentes a las plagas mediante una práctica de control de plagas en invierno. Esto incluye rellenar agujeros y huecos, mantener las puertas cerradas e inspeccionar todas las entregas entrantes en busca de plagas de polizones.

Cómo afecta el frío al comportamiento de las plagas

En clima invernal, el interior de los camiones sin temperatura controlada puede enfriarse casi tanto como el aire exterior. Si bien esto podría matar a algunas plagas que buscan refugio, puede hacer que otras se adentren más profundamente en las mercancías que se transportan, lo que hace que sea más difícil detectarlas cuando el camión llegue a su muelle de carga. Sin embargo, esto no significa que los camiones con temperatura controlada estén a salvo de plagas. Cualquier refugio de los elementos puede ser atractivo para las plagas, especialmente uno con fuentes de alimento y/o agua fácilmente disponibles.

El frío excesivo también puede ser un problema para los productos perecederos como las frutas y verduras. El deterioro puede atraer plagas que se sienten atraídas por la materia orgánica en descomposición. Y si los agricultores no inspeccionan regularmente el grano almacenados durante el invierno, las infestaciones pueden pasar desapercibidas. Mientras que algunas plagas de productos almacenados permanecen activas durante todo el año, otras pasan el invierno en lugares protegidos o en las profundidades de los alimentos o envases. Por ejemplo, las larvas del gorgojo del maíz permanecerán dentro de los granos de maíz o grano durante los meses fríos del invierno, lo que significa que será más difícil detectar la presencia de plagas.

También es importante tener en cuenta la fuente de origen de la entrega. Incluso si su instalación se encuentra en una zona templada, un envío procedente de una región más fría podría tener plagas que se refugiaron del frío, mientras que un envío procedente de un clima cálido podría albergar plagas que no espera en esta época del año o que no son autóctonas de su zona.

Consejos para el control de plagas en invierno

Inspeccione las entregas antes de llevarlas a las instalaciones.

Con una linterna, mire a su alrededor, sobre y dentro de cajas, cajones y palés. Cuando los lotes están envueltos en plástico, mire debajo del plástico transparente. Si ve moscas pequeñas, polillas, larvas, telarañas o huevos, es probable que haya una infestación de algún tipo.

Busque insectos y roedores vivos o muertos.

Este es el signo más visible de la presencia de plagas. Otras señales incluyen excrementos y material de anidación apilado dentro y alrededor del producto y en las esquinas del camión; marcas de roedores y envases dañados que pueden significar que los roedores se están refugiando; y olores desagradables y a humedad en los granos que pueden indicar moho, mientras que las altas temperaturas, la humedad y los puntos calientes pueden ser indicativos de una infestación de plagas.

Cierre las puertas del muelle cuando no estén en uso.

Si las puertas del muelle están abiertas durante el clima frío, no solo está perdiendo calor desde el interior del edificio, sino que ese calor y los olores de comida que probablemente transporta pueden atraer plagas que han sido atrapadas en el frío. Minimice la atracción de plagas a sus instalaciones manteniendo las puertas cerradas siempre que sea posible. Además, asegúrese de que se solucionan los huecos o problemas estructurales alrededor de puertas y ventanas para reducir los puntos de acceso por donde pueden entrar las plagas.