Tras muchos años de erradicación virtual en la industria hotelera, las chinches han vuelto y hacen acto de presencia incluso en los hoteles y los resorts más exclusivos. Aunque no se conocen las causas exactas de su resurgimiento, una cosa está clara: estos pequeños insectos son una gran amenaza para su establecimiento.

El problema

Las chinches son unos insectos pequeños, nocturnos y que se alimentan de sangre que pueden viajar en el equipaje de los viajeros o la ropa. Aunque las chinches nos son peligrosas (no transmiten enfermedades), sus picaduras pueden causar irritación e sarpullidos en los huéspedes. Y lo que es más importante, pueden afectar gravemente a su negocio porque son una molestia para los huéspedes, causan una mala impresión, perjudican a su reputación o, aún peor, pueden ocasionar problemas legales.

La solución

"Aunque no es posible evitar que las chinches entren en los hoteles", afirma Dr. Joelle Olson, científico de Ecolab Pest Elimination, "sí puede evitar que su presencia evolucione en una plaga y se propague por toda su instalación siendo más proactivo". El Dr. Olson recomienda a los hoteles formar a su personal de mantenimiento y limpieza a cómo inspeccionar y reconocer los signos de invasión:

• Examinar todas las sábanas en busca de manchas de sangre.
• Examinar los pliegues y costuras de los colchones, las fundas y los canapés en busca de actividad.
• Examinar bien los cabeceros en busca de chinches.
• Examinar el papel pintado y/o molduras alrededor de los cabeceros.

La vigilancia es clave para prevenir invasiones por chinches. Como el Dr. Joelle también indica: "Las inspecciones diarias de las habitaciones, y una acción rápida en caso de detectar presencia, puede frenar su expansión antes de que el problema afecte a sus operaciones".