Todos los sistemas de refrigeración operan bajo tensión. Cuando la tensión es demasiado alta, se producen problemas operativos: incrustaciones, corrosión, crecimiento microbiano o ensuciamiento extendido. Los usuarios de los sistemas no suelen tener control de las fuentes de esta tensión cambiante. Factores como la variación en la química del agua de refrigeración, las temperaturas ambientales, las condiciones de sequía, la bioactividad, el exceso de agua de lluvia o la contaminación agrícola de sólidos suspendidos influyen sobre la posibilidad de que ocurra un problema operativo.

3D TRASAR™ para sistemas de refrigeración de un solo paso mide los parámetros clave relativos al estrés del sistema. Detecta cambios, responde mediante las medidas correctivas adecuadas y comparte esta información con los operadores del sistema. Al gestionar los sistemas de refrigeración de un solo paso según las tensiones a las que se ven sometidos, 3D TRASAR™ evita los problemas operativos y minimiza el coste total de operación (TCO).